La sustancial recomposición hídrica se traduce en notorias mejorías en los cultivos de la franja central, con una elevada proporción de lotes de primera que transitan el llenado de grano en óptimas condiciones de humedad. En cuanto a los ciclos de segunda, más allá de que iniciaron su crecimiento con afectación por estrés termo – hídrico, la mayor parte de la superficie destinada ha respondido satisfactoriamente a la reposición de los perfiles edáficos. Sin embargo, inevitablemente se reportan campos con anegamientos en determinadas regiones, especialmente en el centro – sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
Bajo estas circunstancias, desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ajustaron su calificación de cultivo, con un aumento la proporción de lotes en buenas y excelentes condiciones. Actualmente, se evalúa que el 29% del área se halla en esta categoría, logrando equiparar la medición del año pasado a estas instancias. En simultáneo, redujo la cantidad de lotes regulares y en mal estado, determinándolo en el 27%. Este número incluye principalmente la situación agronómica del norte del país. El calor persistente y la ausencia de aportes pluviales en la mayor parte región NEA ha ido profundizando el deterioro que, en algunos casos, se tornaría irreversible. El 44% restante se ubica en una categoría normal, que apunta a un panorama agronómico promedio.