Las precipitaciones ocurridas a mediados de semana frenan el deterioro en los cultivos de la gruesa y, en lotes incorporados más tardíamente, se traducen en mejores condiciones agronómicas. El núcleo agrícola sur, representado por el norte de Buenos Aires y los departamentos santafecinos de Constitución y General López, concentró el mayor caudal hídrico. Esta región abarcaba una creciente proporción de hectáreas con marcada afectación por estrés termo – hídrico en comparación a las restantes.
Sin embargo, el alivio mencionado no alcanzó a todas regiones agrícolas, considerando la distribución de lluvias, con sectores que recibieron aportes de forma aislada o directamente nulos. Tomando como parámetro el centro – norte de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, en dirección al norte del país, han perdurado las condiciones cálidas y secas, con temperaturas máximas superiores a los 40°. Así y todo, amplias zonas logran sostenerse ante los almacenajes hídricos logrados con anterioridad.
En estas circunstancias, analizamos el impacto de las variables climáticas recientes en el estado de los cultivos, haciendo foco en soja y maíz. Al mismo tiempo, añadimos información pormenorizada y estimaciones de rendimiento en diferentes puntos relevados del territorio área agrícola.