Habiendo transcurrido los primeros dos meses del año y, dada la tendencia declinante observada en las cotizaciones del complejo granario, detallamos el habitual seguimiento de las variables más relevantes en los mercados agropecuarios. En esta oportunidad, tomaremos como parámetro los últimos 24 meses, junto a las variaciones interanuales correspondientes. Los reiterados retrocesos en los mercados locales impactan sin duda alguna en la dinámica comercial, con una baja proporción de negocios a precio en los cultivos de la gruesa, a raíz del deterioro de los márgenes presupuestados por los productores.
Más allá de los idas y vueltas asociados a los derechos de exportación, no se han introducido variantes hasta el momento. No obstante, continúan vigentes los tipos de cambios diferenciales, con la permanencia del “mix cambiario” para la exportación de bienes y servicios, con una ponderación del 80% – 20%. A su vez, la retracción de las paridades cambiarias libres (haciendo referencia a MEP y CCL) ha derivado en una compresión de la brecha cambiaria.
En cuanto a los mercados agrícolas, tomamos como referencia los precios negociados en el segmento disponible, para mercadería descargada en los puertos del Gran Rosario. Considerando la extensión del período en análisis en combinación a la elevada inflación y la depreciación de la moneda doméstica, se verifica un sustancial incremento nominal de estos valores:
- Soja: +419,2% en pesos
-37,2% en dólares
- Maíz: +438,2% en pesos
-34,9% en dólares
- Trigo: +487,0% en pesos
-29,0% en dólares
- Tipo de cambio: +682,5% (BNA comprador)
+423,6% (MEP)
+429,8% (CCL)
+726,5% (Decretos PIE)
- Índice Novillo Liniers: +582,7% en pesos
-17,5% en dólares
- I.P.C. nacional: El aumento acumulado se aceleraría al +672,7%. Teniendo en cuenta que todavía no ha sido difundido el índice oficial correspondiente a febrero (se conocerá a mediados de mes) se considera provisoriamente un parámetro referente de los sondeos privados (+15,0%) para la medición de precios.
