Se despliega la cosecha de trigo y gradualmente se desplaza hacia la porción central del país. En las provincias norteñas se ha levantada cerca del 70% del área apta y han arrojado resultados sensiblemente inferiores a la media. Puntualmente en el NOA se obtuvieron rendimientos que oscilaron entre los 8,5 a 14,0 qq/ha, mientras que se evalúa que determinados lotes aún en pie no terminen de trillarse. Para una mejor visualización de la actividad de cosecha, en el mapa debajo (Gráfico I) se detallan los avances registrados en cada una de las regiones agrícolas.
Si nos movemos hacia el este, se corrobora un panorama algo más satisfactorio, con campos que alcanzaron los 18,0 qq/ha, principalmente en sectores de Santiago del Estero. En líneas generales, se aprecian buenos estándares de calidad, con una proteína estaría superando el 11%. Las lluvias ocurridas desde la cuarta semana de octubre han llegado tarde para el cultivo, dado que la mayor parte del período crítico ha transitado con escaso contenido de agua en los perfiles.
Las máquinas cosechadoras aceleran su curso sobre el centro – norte de Santa Fe y poco más de una cuarta parte de la superficie se ha levantado. En esta región se observa un panorama agronómico dispar en función de la irregularidad de las precipitaciones recibidas durante el ciclo del cultivo. Los registros han sido heterogéneos, derivando en una amplitud de los rendimientos esperados: El grueso de los resultados está recayendo en un rango de 12,0 – 38,0 qq/ha, aunque se han obtenido picos de 50,0 – 52,0 qq/ha en zonas puntuales de los departamentos de Castellanos, Las Colonias, San Martín y San Jerónimo.
Sobre la franja central, delimitada por San Luis, centro – sur de Córdoba, sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y Entre Ríos, se reportan avances algo más limitados en la recolección. En los primeros lotes entrerrianos se reporta un promedio 31,0 qq/ha en el sur provincial, con picos de 40,0 qq/ha hacia el sudeste. Frente a la recuperación en el caudal de precipitaciones, se logró establecer cierto piso a los rendimientos. Incluso se aprecian mejorías en aquellos cuadros sembrados en fechas tardías y de ciclos más cortos.
Bajo estas circunstancias, desde las Bolsas de Cereales proyectan estimaciones que rondan entre 13,50 – 15,40 mill.tn. en el ámbito nacional. Estos números señalan una recomposición de entre 2,00 – 3,40 mill.tn. respecto a la cosecha pasada. Aquí se contempla el estado de bueno a muy bueno en la zona triguera, comprendiendo el centro – sur de Buenos Aires y este de La Pampa. Una situación menos alentadora se releva en el sudoeste bonaerense, que ha contado con registros pluviales inferiores a la media, con ciertas áreas que presentan una condición regular.
En lo que respecta a la siembra gruesa 23/24, la actividad de maíz se halla en un “bache” estacional dado que la incorporación de planteos tempranos está prácticamente culminada. Para una mejor compresión en la dinámica de siembra, adjuntamos el “Gráfico II” con la evolución a nivel nacional. Se verificó una mayor cobertura hacia finales de octubre, a raíz de la reposición de los almacenajes hídricos en la zona núcleo, especialmente en sectores del centro y este. No obstante, los avances estuvieron condicionados por la culminación de la ventana óptima de siembra en la región central. En cuanto a los cultivos tempranos, se evidencian claras mejorías en su condición agronómica.
Finalmente, en el “Gráfico III” visualizamos un comparativo de las reservas de humedad en el territorio agrícola, considerando los almacenajes de principios de semana y dos semanas atrás. Los mapas respaldan la recomposición de los perfiles edáficos, con la mayor oferta de agua concentrada en la Mesopotamia. Se identifican cambios relevantes en el este del NEA, Corrientes, centro – norte de Santa Fe, Entre Ríos y centro – este de Buenos Aires, promoviendo un contexto propicio para la etapa inicial en la implantación de soja de primera. La cobertura aún es acotada a nivel país y se espera que se vayan generalizando a medida que se normalice la condición de piso para habilitar el ingreso de las máquinas sembradoras. En unos pocos días podría rondar el 10% en la zona núcleo. Para este ciclo se aguarda una expansión en la superficie nacional, que rondaría en alrededor de 900.000 has, es decir, un 5,6% más que el ciclo precedente.