Tal como suele ocurrir con el inicio de la estación primaveral, comienzan a generalizarse las labores de siembra de soja en Brasil. Con un progreso del 1,9% a nivel nacional – equivalente a poco más de 865.000 has – se observa que la actividad más fluida está concentrada en la porción sur del país, abarcando los estados de Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul. En estas latitudes se relevan condiciones propicias para llevar a cabo la implantación, con almacenajes de humedad que resultan acordes para las primeras etapas de la campaña agrícola.
Diferente es el panorama en las áreas productores del centro – oeste brasileño, con avances muy escuetos en estados como Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, que están atravesando un período de temperaturas excesivamente cálidas para la época. En simultáneo, en lo transcurrido del mes se han registrado aportes pluviales menores y dispersos, derivando en una reducción paulatina de la humedad en los perfiles. Si bien aún hay un holgado margen para la cobertura de soja, se requiere un octubre con mayor régimen de precipitaciones para así cumplimentar los planes de siembra.
En este contexto, el mercado irá virando gradualmente su atención al seguimiento de los primeros pasos de la campaña sudamericana 2023/24 (con la oferta estadounidense en las definiciones finales) con el posterior comienzo de los trabajos en nuestro país. En el gráfico siguiente observamos la dinámica de la siembra brasileña al momento y un paralelismo con las dos campañas precedentes.