A un ritmo lento y constante, prosigue la trilla de maíz correspondiente a planteos de primera en la región en análisis. Aproximadamente el 50% de la superficie ha sido levantada, frente al 57% observado el año pasado a estas instancias. La diferencia responde a una cobertura que se ha ido llevando a cabo en fechas posteriores a las usuales. La recolección está aportando resultados notoriamente inferiores a la media, con una amplia dispersión de rendimientos. El mapa que visualizamos en la sección derecha señala más detalles al respecto.
El organismo divulga sus balances de oferta y demanda actualizados, con foco en la medición de stocks finales estadounidenses y la producción sudamericana. Por esto último, los ajustes más relevantes se dieron para nuestro país, pese a que todavía evalúan números notoriamente más elevados a los estimados localmente.
- Soja: Las existencias previstas para el cierre de campaña en EE.UU. fueron calculadas en 5,72 mill.tn. cuando los privados anticipaban un recorte a 5,99 mill.tn. Además, aguarda una producción de 153,00 tn. para Brasil (sin variantes respecto a la medición anterior) y, más en línea a los números domésticos, unas 33,00 mill.tn. para Argentina.
- Maíz: Los stocks finales se ubicaron en 34,08 mill.tn. mientras que las cifras privadas descontaban un volumen más próximo a 33,22 mill.tn. La cosecha de Brasil permaneció en 125,00 mill.tn. y en nuestro país se proyectan 40,00 mill.tn. Dada la prudencia que suele tomar el USDA a la hora de realizar modificaciones, la estimación también excede a los cálculos locales.
- Trigo: Oficialmente se mantiene un remanente final de 15,47 mill.tn. en EE.UU. contra la media de 15,59 mill.tn. anticipada por los privados.
Habiendo transcurrido los primeros dos meses del año y con el objetivo de llevar a cabo un seguimiento de las variables más relevantes en los mercados agropecuarios, observamos debajo su evolución para los últimos 12 meses y los cambios interanuales correspondientes. Para los granos se toman como referencia los valores negociados en el segmento spot, mercadería puesta en Rosario.
- Soja: +89,8% en pesos
+3,3% en dólares
- Maíz: +58,7% en pesos
+2,7% en dólares
- Trigo: +101,0% en pesos
+9,4% en dólares
- Tipo de cambio: +83,6% (BNA comprador)
+81,0% (MEP)
- Índice Novillo Liniers: +77,8% en pesos
-3,4% en dólares
- I.P.C. nacional: La variación acumulada apunta al +101,2%. Dado que aún no ha sido difundido el índice oficial, se considera provisoriamente el parámetro de los privados (+6,0%) para la medición de febrero.
Los contratos a cosecha (Soja May-23) tocan los 400,50 U$S/tn y se trata del nivel más alto desde que comenzó a cotizar la posición en Matba Rofex. La postergación de las labores de siembra y la expectativa de una posible retracción del área en intención para esta campaña incide en la oferta potencial 22/23 en nuestro país. Esto se da en medio de un bajo volumen de ventas forward, que alcanzan apenas 2,40 mill.tn. hasta el momento. Además, si sólo tenemos en consideración aquellas operaciones pactadas a precio, el volumen queda en 567.100 tn.
- Los precios de la nueva cosecha muestran subas de hasta 2,10 U$S/tn.
- Únicamente en lo transcurrido del mes, May-23 acumula un alza del 3,9%
- Superan en un 23,4% a los valores de la misma posición de la campaña anterior
- Cotizan con un descuento de 3,60 U$S/tn respecto a los vencimientos a julio
En el gráfico siguiente observamos el recorrido de los contratos May-23 haciendo un paralelismo con años previos:
En el gráfico posterior observamos la dinámica de implantación sobre el país vecino, considerando su creciente liderazgo en materia de producción y comercio a nivel mundial. Hasta el fin de semana, se relevaba un progreso de siembra nacional del 91,4%, representando algo más de 39 mill.has. Así se corrobora un comportamiento acorde al usual transitando los primeros días de diciembre, faltando alrededor de dos semanas para que se completen los trabajos. La superficie pendiente se localiza principalmente en los extremos sur y norte del territorio.
En este contexto, Brasil se inclina a destinar un récord de superficie al cultivo de soja en esta campaña agrícola 2022/23. Hacia el centro – oeste del área agrícola, se sostienen las elevadas temperaturas, acompañadas de precipitaciones regulares, que deberían sostenerse para que los cuadros sembrados en fechas tempranas mantengan su potencial productivo.
De todas formas, si nos movemos hacia la porción sur (fundamentalmente Río Grande do Sul) se prevén condiciones climáticas secas, siendo uno de los estados donde aún quedan hectáreas por incorporar. Un panorama opuesto se aprecia en la región de MATOPIBA (conformada por los estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía) con milimetrajes notablemente superiores a los requeridos.
En el gráfico siguiente observamos la dinámica de la siembra de maíz, en la que se corroboran atrasos en relación a la marcha habitual a mediados de octubre. Cerca de 1,23 mill.has. han sido incorporadas al circuito productivo, es decir, poco más del 16% de la superficie total en intención. El progreso de la última semana fue de algo más de 2 puntos porcentuales, que equivalen a unas 180.000 has. Todavía quedan lotes de primera por sembrar en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. En un próximo reporte estaremos enviando un seguimiento en las diferentes regiones agrícolas.
Las primeras siembras se dieron en la provincia de Entre Ríos y centro – norte de Santa Fe, que se perfilan a aportar los primeros cuadros cosechados, clima mediante. En dichas regiones se estima que la implantación de cuadros tempranos está prácticamente concluida, atravesando las etapas iniciales de crecimiento.
Frente a la escasa humedad superficial en gran parte del núcleo productivo, se están considerando opciones de siembra tardías y/o de segunda ocupación, con el fin de buscar mejores perspectivas climáticas para el desarrollo de la planta. Mientras tanto, se requiere un aumento de la oferta hídrica que aporte humedad en los primeros centímetros del suelo y, consecuentemente, cobre fluidez el ritmo de siembra.
Por último, en las provincias norteñas, las labores suelen comenzar durante la 1° quincena de diciembre, teniendo en cuenta que la totalidad de la producción maicera corresponde a ciclos tardíos y/o de segunda.
En el mapa siguiente observamos los almacenajes de humedad considerando el contenido de agua en el territorio agrícola nacional. Con las últimas precipitaciones, se corrobora una recomposición hídrica en la provincia de Buenos Aires, con un crecimiento en la cantidad de hectáreas en las categorías de adecuadas a óptimas. A la última semana se relevaron acumulados de hasta 57 y 33 milímetros en Junín (norte) y Mar del Plata (sudeste) respectivamente.
Si nos desplazamos hacia la región mesopotámica, se aprecia un panorama hídrico de regular a óptimo según zona, habiendo drenado los excesos observados con anterioridad. Tanto Entre Ríos como Corrientes presentan almacenajes satisfactorios, favoreciendo el desarrollo de los cultivos de invierno y otorgando el colchón de humedad necesario para afrontar la siembra de maíz que se aproxima.
Diferente es el panorama en el sur de Santa Fe y centro – sur de Córdoba que, ante la permanencia de las condiciones secas, registran un deterioro en los perfiles de humedad. Al igual que en Santiago del Estero, oeste de Chaco y la totalidad del NOA, persisten los niveles críticos de humedad en suelo, prevaleciendo los pulsos secos y áreas con escasa disponibilidad de agua.
La ausencia de precipitaciones torna más fluida la cosecha de maíz tardío y de segunda que, en determinadas regiones, acorta las demoras que veníamos observando. En líneas generales, se corrobora un ciclo agronómico adecuado, reflejado en rendimientos que superan la marca promedio de los últimos cinco años. Dado que las condiciones ambientales están provocando una disminución de la humedad en grano (fundamentalmente en el centro – oeste del país) se reduce una barrera que suele agregar esperas a la cosecha y costos adicionales como son los gastos de secada.
Este panorama ayuda a compensar el deterioro que arrojaron los cuadros de maíz temprano que, en la mayor parte del núcleo productivo (norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y parte de Entre Ríos) sufrieron las deficiencias hídricas en el período crítico de crecimiento. De todas formas, en zonas puntuales donde la escasez de agua y las bajas temperaturas tuvieron incidencia en el crecimiento de las plantas, se verifica que parte del cereal termine volcándose a usos forrajeros. Estos casos se observan principalmente en campos ubicados al sur agrícola.
Ya transitando los últimos días del mes, los lotes recolectados responden a las siembras llevadas a cabo durante los meses de diciembre y primera quincena de enero. En el núcleo productivo, los progresos oscilan entre el 93,7 – 94,0% y es de preverse que las labores concluyan a fin de mes o, a lo sumo, en los primeros días de agosto.
Si nos desplazamos hacia el sudeste de Córdoba, se están reportando rendimientos variados, aunque con una media cómodamente superior a las campañas precedentes. En cambio, hacia el oeste provincial, en campos de Río Cuarto y alrededores, los resultados son inferiores e incluso se han relevado cierto impacto a raíz de las heladas de abril. Más hacia el norte, resta una importante cantidad de hectáreas aún por levantar.
Por otra parte, moviéndonos hacia el centro – este de Entre Ríos, queda por cosechar poco más del 35% de la superficie cultivada, con rendimientos inferiores al promedio y que se inclinan más a los 45,0 qq/ha. No obstante, esta medición se encuentra afectada por los números que dejó la cosecha temprana, tras un verano mayormente seco y cálido en la región central. En esta provincia, al igual que en el centro – norte de Santa Fe y campos pertenecientes al NOA y NEA, aún con los recientes avances, se corroboran atrasos en las tareas de recolección.
En estas circunstancias, durante lo transcurrido de la campaña 2021/22, alrededor de 33,47 mill.tn. han sido cosechadas frente a las 35,31 mill.tn. obtenidas el año pasado en estos momentos. La diferencia es mucho más marcada si nos remontamos a dos años atrás, cuando se habían materializado unas 47,65 mill.tn. en la tercera semana de julio. Lógicamente que las cifras citadas ya contemplan el aporte de los ciclos tempranos.
Tomando las proyecciones productivas calculadas al momento, de ahora en adelante se estarán levantando alrededor de 16,00 mill.tn. Quedan por levantar cuadros en el norte del país, centro – norte de Santa Fe, Córdoba, San Luis, centro – este de Entre Ríos, centro – sur de Buenos Aires y La Pampa. En el mapa siguiente detallamos los avances actualizados para cada una de las regiones agrícolas y, simultáneamente, contrastamos el panorama actual con igual fecha del 2021.
Desde el organismo oficial dieron a conocer sus estimaciones trimestrales de área sembrada en EE.UU. haciendo un desglose para los cultivos de soja, maíz y trigo. En este último caso, se ajustan las variedades de primavera, al tiempo que los lotes de invierno están en pleno proceso de cosecha.
El USDA calcula que unas 35,74 mill.has. están destinadas al cultivo de soja, contrastándose con las 36,60 mill.has. anticipadas por los privados y por debajo de las 36,81 mill.has. consideradas a fines de marzo, previo al inicio de los trabajos. Paralelamente, la siembra de maíz concentra unas 36,39 mill.has. cuando los números previos se inclinaban por 36,37 mill.has. y diferenciándose de las 36,22 mill.has. planificadas con anterioridad.
También se proporcionaron los niveles de stocks almacenados al primer día del mes, tal como se expresa en el cuadro siguiente:
En el mapa comparativo observamos los almacenajes de humedad a lo largo y a lo ancho de la superficie agrícola, tomando como parámetro el contenido de agua en el primer metro de suelo. La incidencia de los acotados aportes hídricos en los últimos días es parcialmente compensada por el descenso generalizado de las temperaturas.
Las precipitaciones han sido muy limitadas en la provincia de Santa Fe, verificándose un desecamiento moderado, con predominio de reservas regulares a principios de semana. No obstante, se mantienen los pulsos secos en parte de los departamentos de Belgrano, San Martín, Iriondo y franja sur de San Jerónimo.
Haciendo referencia a Córdoba, los niveles de humedad se van degradando a medida que nos desplazamos hacia el oeste provincial y, más hacia el centro, las deficiencias se prolongan hacia el departamento de Juárez Celman. En Unión, se aprecia un contraste entre las áreas del norte y sur, a favor de las primeras.
Por otra parte, sobre la región centro – sur de Buenos Aires, se corrobora una disminución de las hectáreas en la categoría de “reservas óptimas” que pasaron a situarse bajo “reservas adecuadas”. Únicamente en el norte provincial se observa una ampliación de la zona con almacenajes regulares, a la espera de mayores aportes de agua.